Una joven canadiense de 15 años, alérgica a los cacahuetes, falleció la semana pasada en Quebec después de besar a su novio, que acababa de comerse una bolsa de snacks. Aunque se le administró
inmediatamente una inyección de adrenalina, el tratamiento habitual para
esta reacción anafiláctica, los
médicos no pudieron hacer nada para salvar su vida. En los países desarrollados, el porcentaje de niños con alergia a
los cacahuetes se ha triplicado desde finales de los años 80 pero, aunque hay varias hipótesis, se desconocen las causas.
En algunos países, como China, donde los se hierven y no se tuestan, e Israel, donde los niños comen cacahuetes desde muy pequeños, la tasa de alergia no es tan alta. Lo mismo ocurre en países subdesarrollados, con entornos menos higiénicos y donde el sistema inmune está más estimulado en los niños.
Una investigación publicada en The New England Journal of Medicine sugería que las cremas infantiles y lociones con
aceite de cacahuete podían provocar la aparición de alergias más tarde
en la vida del niño. Todavía no hay conclusiones.
Alergia alimentaria
En Europa, se estima que entre el 0,3 y el 7,5% de los niños sufre alguna alergia alimentaria. Las
recomendaciones básicas de los expertos son:
- Conocer a qué alimentos se es alérgico.
- Leer atentamente el etiquetado de los productos
- Evitar por completo su consumo
La erradicación completa de un producto de la dieta no siempre es fácil. Pueden encontrarse trazas de cacahuete y otros alérgenos en
muchos alimentos, por descuido en los puntos de venta, cambios repentinos en la receta del fabricante u otros motivos. Las empresas utilizan los mismos contendores o cintas
de producción para distintos tipos de comida. El Grupo Eroski encontró sustancias alergénicas en el 60% de
929 productos estudiados.
Existen también aditivos que no conocen ni los propios productores de alimentos. El aroma a ahumado de los embutidos puede llevar un componente lácteo, según explicó Juan Carlos San Vicente, jefe de control de producto del Grupo Eroski, al Correo Farmacéutico.
En la escuela
Según la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alérgica
Pediátrica (SEICAP), «hasta un 30% de los niños ya diagnosticados de alergia a
alimentos sufren síntomas por transgresiones o administración
inadvertida».
Las escuelas bien organizadas disponen de un protocolo de actuación para abordar urgencias de este tipo en el comedor escolar. Es imprescindible que el colegio tenga una ficha del niño con un informe médico que describa la condición, los síntomas y los pasos que recomienda su pediatra.
En caso contrario, «el niño come algo en el colegio; se cree que no corre ningún peligro, pero tiene una reacción. Le envían a Administración, y desde allí llaman a sus padres. O tiene asma y le administran un inhalador. La reacción alérgica se descontrola, y cuando llega la epinefrina ya es demasiado tarde», comentó Anne Muñoz-Furlong, fundadora de Food Allergy & Anaphylaxis Network, a The Seattle Times.
Nueva ley
La semana pasada, entró en vigor en España el Real Decreto 2.220/2004
de 26 de noviembre, que modifica la norma general del etiquetado de
alimentos, su publicidad y su presentación, siguiendo las directivas europeas sobre etiquetado de alimentos. A partir de ahora, los
productores alimentarios están obligados a exponer la lista de las
sustancias más susceptibles de provocar reacciones alérgicas: cereales
con gluten, crustáceos, pescado, huevos, leche, cacahuetes, soja,
frutos de cáscara, apio, mostaza, granos de sésamo, anhídrido sulfuroso
y sulfitos.
Más información:
- Hace un par de semanas, la Fundación Eroski patrocinó el I Congreso Internacional de Seguridad Alimentaria, celebrado en Murcia, y organizado por el Colegio de Veterinarios de la Región de Murcia.
- El Hospital La Fe de Valencia tiene un excelente web sobre alergias infantiles.