28.05.2006

Psicología

Los padres guapos, jóvenes y sin anillo de casado son los más negligentes

Andrew Harrell, psicólogo de la Universidad de Alberta, en Canadá, asegura que no llevar el anillo de casado (por lo menos en la cutura norteamericana) es señal de no ser buen padre. El doctor Harrell asegura, además, que los padres jóvenes y atractivos que no lo llevan son los más negligentes de todos.


Harrell —que fue el mismo que el año pasado dijo que los niños feos son menos queridos que los guapos— basa sus conclusiones en un curioso experimento:

Se observaron discretamente 862 personas a cargo de niños menores de unos siete años cuando acudían a 14 supermercados de Edmonton, Alberta.

La negligencia se midió según la frecuencia de "abandono" de los niños (tenerlos fuera de su vista, o a más de tres metros de distancia, muy lejos para prevenir la mayoría de accidentes).

Harrell encontró que el 14% de los cuidadores, con o sin anillo, perdían de vista por lo menos una vez a los niños que les acompañaban.

Las mujeres atractivas sin anillo no prestaban atención a los niños durante el 19% del tiempo, y los jóvenes atractivos sin anillo el 25% del tiempo. Según el doctor Harrell, es un salto «estadísticamente significativo».

«Sé que estos resultados pueden sonar un poco duros, pero baste con decir que no es bueno dejar a un niño fuera de la vista en un supermercado», dijo. «Sólo estamos tratando de determinar las causas de los accidentes, porque es importante estar al tanto de lo que pasa, y por qué pasa, para que podamos mejorar nuestro comportamiento».

Estos datos fueron presentados en la 17ª Reunión de la Conferencia Anual Warren E. Kalbach sobre Demografía, celebrada recientemente en la Universidad de Alberta. Harrell añadió que, de entre los padres que llevaban anillo, los más feos eran los que menos caso hacían a sus hijos. «Podrían tener algún problema de salud o psicológico que los distrae de sus deberes paternales», dijo Harrell.

Este especialista ha realizado varios estudios semejantes y es consciente de que no son "políticamente correctos". Respecto a sus conclusiones anteriores de que los niños poco atractivos son peor atendidos por sus padres, el doctor Harrell dice que ha repetido el experimento este año y ha obtenido los mismo resultados. En concreto, los niños menos agraciados mayores de tres años son los que reciben menos atención de sus padres.

Harrell cree que tiene una explicación evolutiva. Los niños guapos, dice, representan el mejor legado genético, y por eso reciben más cuidados.

Otros especialistas se muestran escépticos. El doctor Frans de Waal, catedrático de psicología de la Universidad de Emory, dice que la cuestión es si los feos tienen menos descendencia que los guapos. «Lo dudo mucho», dice de Waal. «Si el número de hijos es el mismo para esas dos categorías, entonces no hay ninguna razón evolutiva para que los padres inviertan menos en los niños feos».

El doctor Harrell es director ejecutivo del Laboratorio de Investigación de la Población de la Universidad de Alberta. Tiene 61 años, cinco hijos y tres nietos.