Psicología
A las mamás no les da asco las heces de sus bebés, pero a los demás sí
Hay madres que hablan alegremente de las heces de sus bebés sin darse cuenta de algo fundamental: ellas son las únicas que no sienten asco, pero normalmente sí se lo hacen sentir a los que hay alrededor. Betty Repacholi, una psicóloga del desarrollo de la Universidad de Washington, ha demostrado esta hipótesis con un estudio que aparece en el Journal of Evolution and Human Behaviour.
El procedimiento que siguió el equipo de Repacholi fue el siguiente: se
colocó a 13 madres con un par de pañales sucios cada una. Los pañales
no iban marcados y sólo los investigadores sabían a quién pertenecían
las heces que contenían: unas eran del bebé de la participante y las otras pertenecían a otro niño
no relacionado con ella.
Sin lugar a dudas, las madres señalaron el pañal de sus hijos como el que no les producía asco.
El asco es una emoción que los humanos hemos desarrollado, probablemente,
para mantenernos lejos de cosas poco higiénicas, como las heces, según
Repacholi. «Pero esta reacción no sería adaptativa si sintiésemos
asco de nuestros propios bebés».
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