Mitología
Saturno, el dios devorador de hijos
Los antiguos romanos estaban muy influenciados por la cultura griega y adoptaron varios de sus dioses como propios. Uno de ellos fue Saturno, que compartía muchas de las características del dios griego Cronos.
En la mitología griega, Cronos era uno de los 12 titanes, descendientes divinos de Gaia, diosa de la tierra, y Urano, el dios del cielo. Con la ayuda de su madre, Cronos atacó y castró con una hoz a su déspota padre. Y así gobernó en el universo.
Cronos y su hermana-esposa Rea (que en la mitología romana está asociada a la diosa Ops) engendraron a seis de los 12 dioses y diosas del Olimpo. Sin embargo, Cronos, celoso de sus hijos y desconfiando de que hicieran con él lo mismo que hizo él con su padre, se los fue comiendo a medida que iban naciendo.
Rea engañó a Cronos al sustituir al sexto, Zeus (Júpiter en la mitología romana), por una piedra envuelta en pañales. Rea escondió a su hijo en Creta, y cuando Zeus llegó a adulto, obligó a su padre a regurgitar a sus hermanos. Con la ayuda de los Hecatónquiros, gigantes de 100 brazos y 50 cabezas, y los Cíclopes, gigantes de un solo ojo, destronaron a Cronos y lo aprisionaron junto con los otros titanes en el inframundo.
Según la mitología romana, Saturno no era un dios cruel y tempestuoso, como Cronos. Después de que Saturno fuese destronado por Júpiter, el titán caído se fue a Roma bajo la invitación del dios Janus. Allí, Saturno estableció una sociedad desprovista de delincuencia, pobreza, guerras, injusticias y servidumbre que dirigió con mano dura y a veces caprichosa junto a su esposa, Ops.
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El cuadro de arriba es "Saturno devorando a sus hijos", de Rubens. 1636. Museo del Prado, Madrid. Oleo sobre lienzo 180x87 cm.
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