En España, en enero de 2005, el Ministerio de Sanidad puso en marcha la Estrategia NAOS, coordinada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), con la que se pretende regular los comedores escolares, la publicidad de alimentos y bebidas destinada a menores y la instalación de máquinas expendedoras.
Acabar con la obesidad no sólo depende de la alimentación, sino también de la proporción entre la energía consumida y la gastada con cualquier actividad física. En España, «en sólo un siglo, hemos pasado de tener una población en la que el 80% de personas trabajaban en la agricultura o en actividades que exigen mucho desgaste físico a contar con sólo un 2% de agricultores», dice Félix Lobo, presidente de AESAN y consultor de la OMS. «El ritmo y el estilo de vida actual no sólo no propicia, sino que dificulta que se vaya caminando al lugar de trabajo o se suban escaleras cotidianamente».
Según Lobo, prevenir la obesidad, evitar ganar peso y mantener un valor adecuado en el Índice de Masa Corporal es relativamente fácil y factible, es más que nada una cuestión de hábito y concienciación.
Otra iniciativa ha sido el Programa PERSEO, con el que se pretende promover la alimentación saludable y la actividad física en el ámbito escolar. El programa ha comenzado en el presente curso escolar (2006-7) con una experiencia piloto en la que participan centros escolares de seis Comunidades Autónomas —Galicia, Castilla y León, Extremadura, Murcia, Andalucía y Canarias y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla.