En Estados Unidos, un veterano retirado y candidato a la superintendencia de la escuela del Estado de Oklahoma dice que quiere usar los libros viejos como antibalas para que las escuelas sean más seguras. Bill Crozier dice que un libro en cada pupitre podría salvar a los alumnos si hay un tiroteo en clase. Crozier cree que el material de lectura podría ayudar a los alumnos a escapar de un ataque y quiere poner uno en cada pupitre. Presentó un vídeo de cinco minutos en el que muestra la eficacia de su invento.