Se acaba de dar luz verde al mayor y más ambicioso estudio jamás realizado sobre el efecto de los genes y del ambiente en la salud de los niños.
El National Children's Study se realizará en Estados Unidos y en él participarán 100.000 niños desde antes de nacer hasta que cumplan 21 años. Científicos de todo el país analizarán cómo afecta al bienestar de la infancia multitud de factores como el aire, el agua o el polvo de casa. A lo largo de las distintas etapas de desarrollo, se estudiará cómo influye en su vida lo que comen los niños; cómo se les cuida; la seguridad del barrio donde viven; la frecuencia con la que visitan al médico y muchos otros factores.
En el estudio participan grupos de trabajo formados por más de 2400 investigadores obstétricos, pediátricos y de salud medioambiental de agencias federales, del sector privado y de organizaciones no gubernamentales. Es uno de los esfuerzos más grandes que se han realizado hasta ahora para mejorar el bienestar, la salud, y la política sobre la infancia para las generaciones futuras.
Los primeros resultados del estudio probablemente estén disponibles para el año 2011.