22.04.2010

Psicología

¡A jugar!

Los niños que juegan tienen más probabilidades de convertirse en adultos sanos, según un estudio realizado en la Universidad de Ulster, Irlanda del Norte.

Los investigadores entrevistaron a 500 jóvenes y les preguntaron cómo había sido tu infancia en lo referente al juego. Los distintos tipos de juego se clasificaron en: tecnológico, activo, creativo y jugar solo.

El estudio — que se ha presentado en la Conferencia Anual de la Sociedad Británica de Psicología— reveló que los adultos que habían participado en más juegos activos durante su infancia tenían mejor salud y hacían ejercicio de forma regular, mientras que los que habían tenido restricciones en el juego tenían después más probabilidades de sufrir sobrepeso y llevar un estilo de vida menos saludable.

Por otro lado, los adultos que disfrutaron del juego creativo de niños también tenían una influencia positiva: más probabilidades de llevar una dieta sana y un estilo de vida saludable.

El doctor Tony Cassidy, que dirigió el estudio, dijo que estos resultados indican que los patrones de juego en los niños pueden tener implicaciones a largo plazo en los hábitos de vida en la edad adulta.

«Tener la libertad y la oportunidad de jugar es importante para todos los aspectos del desarrollo del niño y es un derecho que se pasa por alto con frecuencia», dijo el doctor Cassidy. «Es algo que la mayoría de niños quiere hacer, y lo hacen de forma natural, pero su importancia no siempre es reconocida por los adultos, y, especialmente, por los responsables políticos».

«Por todos tipo de razones, nuestra sociedad ha restringido el juego de los niños, y eliminar esas restricciones y revertir una tendencia potencialmente dañina requiere un cambio de actitud en la sociedad adulta».