27.02.2006

Virología

El virus de la gripe: el éxito de la evolución

fluvirus

Cada año, los humanos estamos expuestos al virus de la gripe estacional, y, de cada millón de personas, mueren entre 50 y 200 por su causa, sobre todo los más mayores. Cuando el virus entra en una de nuestras células, se aprovecha de ella para fabricar un ejército de nuevos virus, entre 1.000 y 10.000, que irán a invadir otras células donde repetirán el ciclo. En el peor de los casos, la infección pueden llegar a destruir nuestros pulmones o dañarlos de tal forma que las bacterias puedan entrar después a rematar el trabajo.



Los virus "hijos", en principio, deberían ser idénticos al "progenitor", pero en el caso de los virus con RNA, como es el de la gripe, hay muchos fallos en la "fabricación". Cada vez que se crea un nuevo virus, hay una especie de copistas (enzimas llamados polimerasas) que copian el material genético del "progenitor" como si fuese un texto. En los virus que llevan DNA, estos copistas no suelen equivocarse nunca, y, además, tienen unos correctores que revisan el trabajo para evitar posibles errores. Se considera que en estos virus de DNA se produce un error por cada millón de "letras" (nucleótidos, las unidades de información genética).

En cambio, los copistas de los virus de RNA cometen muchos fallos y no disponen de correctores de texto. Se calcula que se produce un error por cada 10.000 "letras". Por eso, la composición genética de los virus de la gripe va cambiando a medida que se va replicando en los humanos y en los animales.

Así, después de sufrir una gripe, nos hacemos inmunes al virus que nos infectó, pero como es tan inestable y muta hasta crear nuevas variantes (cepas), nuestro sistema inmune no reconocerá al nuevo virus (en el caso de que vuelva a infectarnos) y volveremos a caer enfermos con los mismos síntomas que la primera vez. Esto explica por qué año tras año hay nuevas epidemias de gripe estacional y por qué las vacunas de la gripe no suelen ser eficaces de un año para otro.

No obstante, aunque la cepa sea distinta de la anterior, el sistema inmune suele reconocer "algo" del virus y caemos enfermos pero no gravemente.

De tarde en tarde, aparece un virus de la gripe muy distinto, con proteínas de superficie tan diferentes que nuestros sistemas inmunes poco pueden hacer para protegernos. Es por eso que algunos años las gripes son más graves que en otros. Y tambié es por eso que ocurren las pandemias.

La gripe no es un problema de los humanos. Hay 16 tipos de gripe y todas ellas "viven" dentro de las aves acuáticas salvajes. Y no les provocan enfermedades, ni síntomas de ningún tipo. Hasta este momento, sólo tres tipos han logrado infectar al ser humano y causarle problemas. Se les llama H5, H7 y H9. La H procede de una proteína de membrana (la Hemaglutinina).