Cada
año, los humanos estamos expuestos al virus de la gripe estacional, y, de
cada millón de personas, mueren entre 50 y 200 por su causa, sobre todo
los más mayores. Cuando el virus entra en una de nuestras células, se
aprovecha de ella para fabricar un ejército de nuevos virus, entre
1.000 y 10.000, que irán a invadir otras células donde repetirán el
ciclo. En el peor de los casos, la infección pueden llegar a destruir
nuestros pulmones o dañarlos de tal forma que las bacterias puedan
entrar después a rematar el trabajo.
Los virus "hijos", en
principio, deberían ser idénticos al "progenitor", pero en el caso de
los virus con RNA, como es el de la gripe, hay muchos fallos en la
"fabricación". Cada vez que se crea un nuevo virus, hay una especie de
copistas (enzimas llamados polimerasas) que copian el material genético
del "progenitor" como si fuese un texto. En los virus que llevan DNA,
estos copistas no suelen equivocarse nunca, y, además, tienen unos
correctores que revisan el trabajo para evitar posibles errores. Se
considera que en estos virus de DNA se produce un error por cada millón
de "letras" (nucleótidos, las unidades de información genética).
En
cambio, los copistas de los virus de RNA cometen muchos fallos y no
disponen de correctores de texto. Se calcula que se produce un error
por cada 10.000 "letras". Por eso, la composición genética de los virus
de la gripe va cambiando a medida que se va replicando en los humanos y
en los animales.
Así, después de sufrir una gripe, nos hacemos
inmunes al virus que nos infectó, pero como es tan inestable y muta
hasta crear nuevas variantes (cepas), nuestro sistema inmune no
reconocerá al nuevo virus (en el caso de que vuelva a infectarnos) y
volveremos a caer enfermos con los mismos síntomas que la primera vez.
Esto explica por qué año tras año hay nuevas epidemias de gripe
estacional y por qué las vacunas de la gripe no suelen ser eficaces de
un año para otro.
No obstante, aunque la cepa sea distinta de
la anterior, el sistema inmune suele reconocer "algo" del virus y
caemos enfermos pero no gravemente.
De tarde en tarde, aparece
un virus de la gripe muy distinto, con proteínas de superficie tan
diferentes que nuestros sistemas inmunes poco pueden hacer para
protegernos. Es por eso que algunos años las gripes son más graves que
en otros. Y tambié es por eso que ocurren las pandemias.
La gripe no es un problema de los humanos. Hay 16 tipos de gripe y
todas ellas "viven" dentro de las aves acuáticas salvajes. Y no les
provocan enfermedades, ni síntomas de ningún tipo. Hasta este momento,
sólo tres tipos han logrado infectar al ser humano y causarle
problemas. Se les llama H5, H7 y H9. La H procede de una proteína de
membrana (la Hemaglutinina).