Exposición Handel y los 'castrati'
Castrados por amor al arte
Durante 200 años, se realizaron más de 4.000 castraciones anuales en
Italia a niños de entre 7 y 9 años. El objetivo era preservar el tono
alto y claro de la voz infantil mientras se adquiría la fuerza vocal de
un hombre y la técnica de un cantante adulto. Se les llamaba castrati, o, de forma más educada, musici o evirati.
Muy pocos lograron la fama y fortuna que perseguían sus padres con la
operación y ninguno igualó al gran Farinelli (en la imagen). Ocurrió en los siglos XVII y XVIII. Kindsein
hace un extenso análisis de estos grandes olvidados de la Historia de
la Música, con motivo de la exposición "Handel y los castrati" que se
inaugurará esta semana en Londres.
El cambio de voz en la pubertad, y cómo evitarlo
¿Por qué a los adolescentes les cambia la voz? La testosterona (hormona masculina), producida durante la pubertad, es la responsable. Las cuerdas vocales se hacen más gruesas y más largas (un 63% más, en comparación con un 34% en las chicas). También se produce un aumento de la longitud del cartílago del tiroides (la famosa "nuez o bocado de Adán").
En general, crece la faringe, la cavidad oral, los senos craneales, la cavidad torácica, y todo ello es responsable de la resonancia y la fuerza de la voz de un hombre adulto.
Si se quitan los testículos antes de la pubertad, ocurren varias cosas:
- La laringe deja de crecer al ritmo que lo hace en los chicos "normales". En un estudio post-mortem de un castrato adulto se vio que el tamaño de las cuerdas vocales era sorprendentemente pequeño, similar al de una mujer alto-soprano.
- Sin embargo, siguen creciendo con normalidad las cámaras de resonancia (formadas por la faringe y cavidad oral), la caja torácica y la capacidad pulmonar. Así que los castrati tenían un gran poder vocal. El gran Farinelli era capaz de sostener una nota durante un minuto sin necesidad de coger aliento.
Los castrati eran, al fin y al cabo, hombres, con su fuerza característica, pero con una pequeña y flexible laringe y con unas cuerdas vocales relativamente cortas. Eso les permitía cantar con gran agilidad. Además, habían sido preseleccionados de entre los mejores, y se les sometía a un entrenamiento intensivo.
Así que la voz resultante era distinta a cualquier otra. Aunque el tono era parecido al de una mujer, el timbre de voz no era femenino.
Un crítico contemporáneo describió la voz de los castrati como «tan clara y penetrante como la de los chicos de un coro, pero mucho más fuerte con algo seco y agrio aunque brillante, llena de impacto».
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