Hace unos años, John Taylor Gatto
fue elegido profesor del año en el Estado de Nueva York y en la ciudad
de Nueva York. Poco después, escribió sobre el submundo de la historia
de la educación americana. Los de Harper’s Magazine le pidieron un artículo. Y empezaba así:

«He enseñado durante 30 años en
algunas de las peores escuelas de Manhattan y en algunas de las
mejores, y durante ese tiempo me convertí en experto en aburrimiento.
El aburrimiento rodeaba todo mi mundo, y si preguntabas a los niños,
como yo hacía con frecuencia, por qué estaban tan aburridos, siempre
contestaban las mismas cosas: decían que el trabajo que hacían era
absurdo, que no tenía sentido, que ya sabían hacerlo. Decían que
querían hacer algo real, no estar sólo sentados todo el rato. Decían
que los profesores no parecían saber mucho de lo que enseñaban y que
claramente no estaban interesados en aprender más. Y los niños tenían
razón: los profesores estaban tan aburridos como ellos».