La ciudad convierte a la mujer en una discapacitada. Lo dijo Inma
Moraleda, de la Diputación de Barcelona. No hay más que pasear un día
por cualquier ciudad española con un carrito de niño o de compra para
darse cuenta de las dificultades que hay para circular. Pocas tiendas
tienen entrada para ruedas, las aceras suelen estar llenas de
obstáculos, andamios, sacos de escombros, coches aparcados,… Y, en el
caso de Madrid, da la sensación de que las calles están en obras por lo
menos una vez al año. Hoy es el último día de las jornadas de Urbanismo y Género organizada por la Diputación de Barcelona y la Generalitat catalana
donde se ha discutido precísamente cómo es el modelo de ciudad actual y
cuánto dificulta la vida de las personas, sobre todo de las mujeres,
que hasta ahora son las que siguen desempeñando casi siempre las tareas de
cuidados y atención.