Dear Frankie
(2004) es la historia de un niño de nueve años que vive con su madre,
Lizzie, y su abuela. Se llama Frankie y está siempre pendiente del
correo que llega porque su padre le escribe desde todos los rincones
del mundo desde un barco, el ACCRA. Por lo menos, eso es lo que él
cree. Frankie le contesta siempre contándole todo lo que le pasa. Ni
sospecha que todas las cartas van a un apartado de correos de su madre.
En realidad, es ella la que le escribe las cartas y la que se inventó
la historia del barco para ocultarle la verdadera identidad de su
padre, un violento del que escaparon hace ya siete u ocho años y que
causó la sordera de Frankie. Por otro lado, las cartas que escribe el
pequeño a su padre ficticio son para Lizzie una forma de «poder oír su
voz».

Pero un día, un compañero de clase del pequeño le dice que el barco
de su padre llegará a puerto en unos días. Entonces, a Lizzie, que ni
sabía que ese barco existía, no le queda más remedio que elegir entre
decirle la verdad o buscar un padre falso para el día de la
llegada.  Elige lo segundo. Y lo que viene después es lo mejor. No
hay que perdérselo.