Esta tarde ha estado Angela Rodicio contestando a las preguntas de los lectores en uno de los Encuentros Digitales
de El Mundo. Por el tiempo o por la discreción, le han pasado sólo 39.
De mi bombardeo personal, han colado seis. No le gusta que la
entrevisten porque considera que ella es la periodista y no ha de ser
la entrevistada, pero la presentación de su libro lo merece. Hoy nos hemos enterado de que se crió con su abuela,
de quién ha cogido el apellido, y a la que le decía, desde los cinco
años, que quería ser «la periodista Angela Rodicio». Siempre ha pensado
que acabaría dedicándose a la enseñanza. Este año lo ha probado y le ha
encantado la experiencia. No tiene página web, ni carnet de conducir, y
hoy ha sido el primer chat de esta mujer nacida en 1963 en San
Cristóbal de Regodeigón, Ourense. Se ha pasado 15 años entre
bombardeos, muy lejos de los centros comerciales en los que el mundo se
refugia para olvidar los problemas de la Humanidad. En todos estos
años, ha comprado montones de libros antiguos en Bagdad que espera que
algún día acaben en una biblioteca pública.