El Bullying o acoso escolar,
además de causar traumas puede ser mortal, como ya se ha comprobado con
los suicidios de Jokin, de Hondarribia (Guipúzcoa), y de Cristina, de
Elda (Alicante). Por eso, SOS Bullying recomienda que se actúe rápido.
Pide a los padres que escuchen a sus hijos con atención para conocer la
situación que viven éstos e intenten situarse en su lugar para tratar
de comprender cómo están viviendo el acoso. Parece que el caso de
Cristina ha aumentado la alerta y se han multiplicado las llamadas de
los padres a este servicio, que, en los siete meses que lleva en
marcha,  ya ha recibido 4.200 demandas.

Según Ferran Barri,
psicólogo y presidente de SOS Bullying y de la Asociación Nacional de
Profesorado de la Enseñanza (ANPE) en Cataluña, es un problema que
siempre ha existido, pero ahora se habla más de ello y está en ligero
aumento. Barri lo achaca a los valores erróneos que inculcan la
televisión y los videojuegos; al menor tiempo que pasan los padres con
los hijos; y al poco prestigio de los profesores. La violencia entre
los niños también ha cambiado. Del enfrentamiento cara a cara con puños
se ha pasado al seis contra uno con navajas incluídas. «Nunca antes
habíamos visto armas blancas en los colegios», dijo Barri al 20 minutos.

SOS Bullying es una iniciativa de ANPE y su teléfono es el 93.301.29.13

Extracto de una carta de un lector de 20 minutos:

«Sufrí acoso desde los 11 años y durante más de cuatro cursos (dos
horribles). Desde entonces no he podido confiar en los demás. Me
insultaban, me pegaban, me obligaban a hacer sus trabajos… Había
otras prácticas divertidas, como bajarte los pantalones a traición en
el centro del patio o cogerte entre una turba de desalmados y
aplastarte tus partes contra una columna.»
J.D.G. 29 años