Y aquí va el final de una loa publicada hoy en El Periódico de Cataluña: «La
educación está en un punto cero y hoy es casi imposible realizar,
mediante ella, la antigua y acreditada idea ilustrada de la
escolarización como vía real a la cultura individual y a esa gran
escuela de ordenamiento cívico que es la democracia. Muchos ciudadanos,
ante este panorama (que aquí hemos simplificado) piden mano dura, se
manifiestan incluso bajo palio y exigen la vuelta a los valores
inmutables, a la trama de la escuela tradicional, cuya simplista
sentencia central era: la letra con sangre entra.

¿Es posible hacer en tal clima social ciudadanos ilustrados y
responsables? Yo no lo creería si no fuera porque esos miles de
enseñantes que, aguantando el calorazo de este julio, reflexionan ya
sobre los deberes de septiembre.»

Así termina un artículo dedicado por entero a aplaudir y vitorear el manifiesto Per una nova educació pública elaborado por la Asociación de maestros Rosa Sensat.
Se pueden hacer varias cosas con esta declaración, dos de ellas son: leer cada linea y
lanzar confeti en cada punto y aparte, como han hecho en El Periódico;
o bien, analizarlo con detalle desde un punto de vista más crítico y ver que no todo
lo que dice tiene sentido (como tampoco lo tiene lo que dice El
Periódico, dicho sea de paso). El análisis crítico lo hizo ayer Wonka en su blog.

Esta asociación se creó hace 40 años en la clandestinidad y hace 30
sus afiliados redactaron una declaración parecida a la que se presentó el pasado jueves. Deben considerarla muy
importante porque al acto acudieron la ministra de
Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo; el presidente de la
Generalitat, Pasqual Maragall; el alcalde de Barcelona, Joan Clos; el
director de la Representación de la Comisión Europea en Barcelona,
Josep Coll i Carbó; y la presidenta del Consejo Escolar del Estado,
Marta  Mata.   

Personalmente, me pregunto para qué lo han redactado y tengo serias
dudas sobre si hay que darle muchas vueltas a cada uno de los puntos del manifiesto. A mi me suena a discurso político.
Trata de ser efectista, pero es muy naif y no es una guía para
mejorar el panorama educativo. Por otro lado, la declaración en
cuestión parece un asunto local. La asociación Rosa Sensat se
define como Moviment de Renovació Pedagògica de Barcelona y la declaració exclusivamente en catalán.

Como sugerencia, quizás sería interesante dar un paso atrás, pero no
de 40 años sino de 500 o 1000, y tratar de redactar un proyecto
educativo con una visión más global. Quizás podríamos conseguir así un texto
ambicioso, basado en las buenas experiencias educativas de la Historia,
con datos científicos, y que no esté manchado de tripas y otros órganos vitales heridos en
guerras recientes y vecinas de las que los niños no tienen
culpa. Ya está bien de utilizarles para rectificar la Historia.


La Asociación Rosa Sensat edita una revista en catalán y castellano sobre la educación de 0 a seis años: In-fan-cia.