Puedo ver desde qué buscadores ha llegado la gente hasta Kindsein y
qué andaba buscando. Hay combinaciones de
palabras para todos los gustos y suelen ser siempre cosas que se han
mencionado aquí. También hay búsquedas surrealistas, como: “persona
observando la playa”, o los que escriben frases completas como si
Google o MSN fuesen el gran Oráculo: “Por qué los niños tienen amigos
imaginarios” o “Cómo decirle a un niño de 5 años que falleció su
abuela
“.

Pero también hay un porcentaje nada despreciable de individuos que
incomprensiblemente entran a este blog después de haber escrito en su
buscador: “niños desnudos fotos” o “páginas de pedofilia”. Menudo atajo
de indeseables. ¿O enfermos? Una vez conocí a un neurocirujano. Solía
tener pacientes que podían parecer indeseables pero que en realidad
eran enfermos muy graves. La obsesión de algunos era inocente y podía consistir en
lavarse las manos cientos de veces al día; otros tenían  la casa
llena de cerraduras porque habían llegado a atacar a su padre con un
hacha; otros sentían alegría cuando se enteraban por el telediario de alguna desgracia que se saldaba
con cientos de víctimas; y también los había con necesidades y obsesiones
sórdidas que no les dejaban vivir. Todos pasaban por quirófano por su propia voluntad (los que la tenían).

Se me
ocurre que buscar niños desnudos en la Red, hacer
las fotos para colgarlas en internet, y cosas mucho peores, podría ser un síntoma equiparable al de esos pacientes a los
que el último cartucho que les quedaba para vivir tranquilos o no hacer
daño a los demás era (y sigue siendo) la psicocirugía,
una técnica tabú pero que todavía se
usa. Si alguno me está leyendo, le aconsejo que consulte con su hospital
más cercano. El anonimato está asegurado, como en internet.