Las ikastolas privadas acaban de elaborar un programa
educativo en
el País Vasco para la enseñanza obligatoria (de los seis a los 16 años)
que ha recibido el apoyo y la financiación del Gobierno autónomo.
Decían ayer en “El País” que “se trata de un proyecto educativo de
fuerte carga
identitaria que
toma permanentemente como ámbito de estudio a Euskal Herria, es decir,
Euskadi, Navarra y el País Vasco francés”.

Responde a dos “grandes
necesidades y objetivos”. Por un lado, asegurar la transmisión de la
cultura vasca, “ausente en algún caso o insuficiente en otros”, en los
currículos oficiales de las administraciones educativas. El texto
recoge la pretensión de que el alumno “tome conciencia, asuma y valore
la propia identidad personal y la identidad vasca” para “avanzar”, dice
más adelante, “hacia una identidad vasca que asuma de manera plena y
sin exclusiones, desde sus raíces históricas, todos los elementos de
una cultura rica y plural […]” El segundo gran objetivo que marca el texto es incluir las
competencias necesarias para vivir “en una sociedad vasca integrada”.
Entre esas competencias, los autores de la propuesta destacan que los
alumnos deben aprender a pensar, a comunicar, a vivir juntos, y a
emprender.