¿Alguien ha oído hablar del eritema infeccioso? Pues es una enfermedad muy común en los niños pequeños causada por un virus llamado parvovirus B19. También se le llama “la quinta enfermedad“. Ana la pilló en el colegio la semana pasada. Lo más típico es que
los mofletes se pongan rojos como un tomate, de ahí que también se le
llame “la enfermedad del niño abofeteado“.
Otros síntomas son fiebre, picor, dolor muscular y articular, … a
veces trastornos gastrointestinales, faringitis. Y, casi siempre, la
erupción de color rojo acaba pasando al cuerpo, y se forma una red o
encaje de color rosado por toda la piel. Muchos de estos síntomas, sin
embargo, también puede pasar inadvertidos. Ana no ha mostrado tanto
enrojecimiento como se puede ver en estas fotos del web de dermIS.

No suele ser nada serio, pero resulta que es muy contagiosa. Se
transmite por el moco y la saliva. Y se estima que, en una clase, puede
acabar infectado hasta el 60% de los niños.

Hay dos cosas a tener en cuenta:

  1. Para los niños: aunque
    sea benigna, el sistema inmune del pequeño puede quedarse tan débil,
    que seguir yendo al cole es exponerle a todo tipo de bacterias y virus
    oportunistas. En la clase de Ana, la mitad de los niños han faltado a
    clase, algunos de ellos por infecciones respiratorias secundarias,
    originadas por esos intrusos oportunistas.

  2. Este parvovirus puede infectar a las embarazadas, y esto son ya palabras mayores. Si alguna maestra (o madre) está embarazada, en el primer o segundo trimestre,
    y entra en contacto con algún niño con esta enfermedad, debe ponerse
    inmediatamente en contacto con su médico. Salvo que ya la hubiese
    padecido (el 50% de los adultos ya la ha pasado), el parvovirus puede
    transmitirse al feto, provocar anemia severa e incluso provocar aborto, muerte fetal o neonatal.

Lo curioso es que no se avise a los padres por miedo a una alarma
general. O puede que sea también por desconocimiento. ¿Cómo reaccionar
en un caso así? Es complicado, porque cuando empiezan a faltar los
niños a clase, el virus ya ha hecho estragos y ha infectado a casi todo
el mundo. Ana se ha pasado tres días en casa: reposo, poco o nada de
sol, nada de baños largos, … Es exactamente lo que dura, 72 horas, si
no hay complicaciones raras. Se ha ahorrado una amigdalitis o cualquier
otra cosa…

Una vez más, hay que repetir lo importante que es enseñar a los niños a lavarse bien las manos, a no intercambiar cepillos de dientes, ni toallas, ni pañuelos, ni cubiertos, …