Este verano ha sido especial. Uno de los motivos es que Ana ha aprendido a leer y lo ha hecho casi espontáneamente, sin que nadie se lo imponga ni le obliguen a repetir cómo suena la N con la O. En julio, un buen día, dijo “quiero que me enseñes a leer” y al día siguiente ya iba leyendo cosas por ahí, cada vez más deprisa. Desde enconces, ¡su mundo está lleno de mensajes para descifrar!

Uno de los mejores libros para primeros lectores que hemos encontrado en la biblioteca esta semana es este: ¡Quiero una corona!, de Raimon Portell e Ignasi Blanch (Ed. La Galera, 2005). Recibió el premio de la crítica Serra D’Or este año.

Trata de una niña llamada Julia que vio al rey un día, cuando tenía tres años, y desde entonces sólo pensaba en ser reina. Pedía una corona para su cumpleaños, pero sus padres no le hacían mucho caso porque pensaban que eran “cosas de niños”.

Después de insistir mucho, se la regalaron cuando cumplió cinco años y se fue a palacio, donde se encontró a un rey de su misma edad que no sabía lo que era ser niño. Juntos aprenden a divertirse de lo lindo.

Es difícil encontrar cuentos para niños pequeños con algo de fondo. Este es uno de ellos.