Esta mañana, una mujer paseaba con su niño por la calle de un pueblo
de Murcia. Los termómetros marcaban 41ºC. La mujer era joven y obesa y
le caían chorros de sudor por la frente. El niño, de unos dos años, iba
subido en un quad de juguete, de esos que van con baterías y hacen
bastante ruido.

La mujer perdía la calma por momentos al ver que el niño no apretaba
el acelerador todo el rato. «¡Aprieta de una vez!», le iba gritando con
cara de cansancio y de asco. «¡Que te digo que aprietes!». La mano se
le iba hacia la cabeza del niño peligrosamente, para soltarle un
guantazo.

Si hubiese carnet por puntos para los padres, le habrían quitado por lo menos tres…