Una anciana de 76 años que ponía cannabis en
los pasteles que vendía a su círculo de amigos ha logrado escapar de la
cárcel, pero ha sido condenada a pagar una multa. Patricia Tabram,
vecina de la localidad de Humshaudh, se aficionó a esa droga el año
pasado y comenzó a utilizarla en toda su pastelería. Sorprendida
por el alivio que el cannabis suponía para sus dolores y achaques, la
abuela quiso hacer partícipes de sus efectos benéficos a sus amistades,
que superan también los 70, según relata hoy el diario británico The Independent. (…) La mujer ha escrito incluso un libro titulado La Abuela toma cannabis
y piensa presentarse a las elecciones en un partido que aboga por la
legalización de esta droga. / Fuente: El Periódico de Catalunya.
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