La pediatra Annie Sparrow, de Human Right Watch,
estuvo entregando cuadernos y lápices de colores a los niños refugiados
en los campamentos de la frontera occidental entre Sudán y el Chad. Es
algo que tiene por costumbre, para que estén entretenidos mientras ella
habla
con los padres. Sin embargo, esta vez, sin proponérselo, obtuvo unos
estremecedores testimonios de la limpieza étnica sistemática que desde
2003 está llevando a cabo el gobierno sudanés y las milicias árabes
Janjawid en este territorio, una de las zonas más pobres e inaccesibles
del mundo.

Hasta hace poco, no se sabía nada de todo esto porque el
gobierno sudanés prohibió la entrada de los medios de comunicación
internacionales a Darfur y también limitó las informaciones sobre el
conflicto en la prensa nacional. Pero hace unos meses, abrió el paso a
unas cuantas agencias humanitarias internacionales. Los dibujos de estos niños
han dado la vuelta al mundo y parece que son la única prueba gráfica de
la masacre. Forman parte de un informe de Human Rights Watch publicado
ayer y titulado “Darfur destruído: Limpieza étnica por parte del
gobierno y las fuerzas milicianas en el oeste de Sudán”.

El dibujo de arriba está hecho por un niño de 13 años, Mahmoud. Esto es lo que explicó a los investigadores:

Human Rights Watch: ¿Qué está pasando aquí?

Mahmoud: Estos hombres de verde están llevándose a las mujeres y a las niñas.

Human Rights Watch: ¿Qué están haciendo?

Mahmoud: Las fuerzan a ser esposas.

Human Rights Watch: ¿Qué pasa aquí?

Mahmoud: Las casas están ardiendo.

Human Rights Watch: ¿Y aquí?

Mahmoud: Esto es un Antonov. Esto es un helicóptero. Estos de aquí, en la parte de abajo de la página, son muertos.

 

Refugiados de Darfur