Ayer El País publicó una interesante entrevista a la Premio Nobel Rita Levi-Montalcini (Turín 1909) titulada Vivimos dominados por impulsos de bajo nivel, como hace 50.000 años. Esta neuróloga que acaba de publicar su libro Tiempo de Acción
habló sobre células madre, manipulación genética, evolución y religión,
pero puso énfasis en el tema de la educación. Cuando el periodista
Enric Gonzalez le preguntó «¿cuáles han sido las cosas más positivas
del pasado siglo?», la premio nobel contestó lo siguiente:
«Desde el punto de vista científico, el desarrollo ha sido
extraordinario, y no hace falta enumerar la exploración del átomo, del
ADN, … Desde el punto de vista ético hemos sido capaces de vencer a
Hitler, a Stalin, lo que no está nada mal. Mire, la conclusión que debe
extraerse del siglo XX es que debemos cambiar los mecanismos de
instrucción y la relación errónea entre los adultos y los niños. Hasta
ahora nos hemos movido entre el autoritarismo de tipo victoriano, o
sea, haz esto porque tú eres pequeño y yo soy mayor, y el permisivismo,
o sea, haz lo que quieras.
En mi libro Tiempo de Acción
hablo de la educación cognitiva, que hace del niño un productor activo
y no un consumidor pasivo de formación. Las personas aprendemos no
porque se nos transmita la información sino porque construimos nuestra
versión personal de la información.
Si cambiamos la forma de educar a los niños, es decir, de
enfrentarnos con la vida, quizá cambiaremos el mundo. Los métodos
educativos tradicionales son absurdos. Nuestra única esperanza consiste
en actuar desde el principio, porque el niño lo percibe todo ya en el
primer año de vida. Debemos dar alas al genio que cada Homo sapiens
lleva dentro. Si no nos damos cuenta de que ese ser apenas nacido que
tenemos ante nosotros percibe todos los mensajes, buenos y malos,
estamos acabados. Cuando ese niño tenga 20 años puede pensar que es una
buena idea matar a quien considere un ser inferior. A mí, por ejemplo,
que soy judía.»
Tengo una pregunta, ¿por qué los polÃticos, que cambian las leyes de la educación a su antojo intentando mejorarlas, no se molestan en escuchar a todas estas personas que realmente entienden de educación como Rita Levi-Montalcini, Federico MartÃn Nebras, Antonio RubioÂ…?
Respuestas probables:
1. porque les importa un pimiento la infancia.
2. Porque piensan que los niños nunca crecerán y, por tanto, no merece la pena invertir en ellos.
3. Porque piensan que si sus padres no invirtieron en ellos y han llegado donde están, tampoco hará falta mejorar la educación ahora.
Es el pez que se muerde la cola. Tampoco pueden darse cuenta de que si ellos mismos hubiesen recibido mejor educación, no lo harÃan tan mal como lo están haciendo. Y es lo mismo que pasa con la ecologÃa y el ecologismo: nadie piensa en el futuro. A todo el mundo le da igual cargarse el planeta porque ellos no vivirán la catástrofe. Puede que cambiasen de forma de actuar si pensaran que sus hijos sÃ. O quizá ni asÃ. Pero la buena educación también sirve para enseñar eso.
Creo que tienes toda la razón, nos estamos cargando el planeta, y la única solución es invertir en educación, lástima que a los polÃticos realmente no les preocupen los temas que defienden y a los que dan soluciones.
Perdón por disentir y sacar el tema un poco de quicio, pero ¿de verdad nos estamos cargando el planeta? ¿Habéis tenido oportunidad de leer “El ecologista escéptico”, de Bjorn Lomborg? En ese libro se muestra que las cosas no van tan mal como parecen y que en un montón de indicadores las cosas no sólo van peor sino mejor. Lo que pasa es que la “retahÃla” de los ecologistas que todos repetimos dándola por supuesta tiene menos de verdad de lo que parece.
Los ecologistas tienen una posición demasiado antropocéntrica en general. Para las plantas es bueno el efecto invernadero, por poner un ejemplo que sà está fuera del tiesto, pero al menos es más bucólico que el de las cucarachas.
Quizá la exageración sea una forma de luchar contra la desidia y la ignorancia hasta que consigamos generaciones más crÃticas y ciencialfabetas. Pero, ¿no será quizá el objetivo de la educación mantener el status quo de los mayores?
Internet sirve al menos para aglutinar a la minorÃa que se atreve a disentir. A ver si conseguimos que llegue a todas partes.
En respuesta a Sheila: la pregunta se contesta sola si se niega la mayor: los polÃticos no cambian las leyes de la educación intentando mejorarlas. Su objetivo es sencillamente cargarse las leyes del partido que gobernó antes que ellos. Que no se diga que no venimos con el cambio. La polÃtica española se parece horrores a la mortaja de Laertes que tejÃa y destejÃa la cansina y paciente Penélope para no tener que elegir marido. Y, ya se sabe, unos por otros, la casa sin barrer. Nuestros polÃticos, cuando se saludan con un “cómo estas” por la mañana, se contestan con un “¡anda que tú!”
Para Wonka:
Que nos estamos cargando el planeta no es cierto en absoluto. Nos cargamos, eso sÃ, las caracterÃsticas de la atmósfera que respiramos; pero eso no se carga el planeta. Es más, si estamos hoy vivos es porque las plantas contaminaron a base de bien la atmósfera de oxÃgeno antes de que apareciesen los primeros animalitos que, por decirlo de alguna manera, vivimos respirando los gases de deshecho de las plantas. No nos vamos a cargar el planeta. Nos cargamos, eso sÃ, muchas formas de vida, algunas de las cuales ni conocemos. Nos cargamos, eso sÃ, nuestra propia salud: la gente se desayuna con un batido de antihistamÃnicos, el abecedario en vitaminas, el clamoxil por si las moscas, y los bÃfidus a pares, que son mano de santo; y con el ventolÃn nuestro de cada dÃa, se quita uno el mal aliento y se libra de toda eso que les ha dado por poner en las cajetillas de tabaco con tanta mala sombra. En los próximos años vamos a ver desaparecer de la faz de la tierra a varias especies de grandes felinos, a los rinocerontes, a los elefantes, y a montones de animalitos menos populars; pero no menos importantes. Pero eso no se carga el planeta. A lo largo de la historia la vida ha conocido grandes azotes que han terminado con miles y miles de especies. Los nichos ecológicos vacantes vuelven a ser ocupados por nuevas especies mejor adaptadas… Pero ahora hay algo distinto. Ahora no es un cataclismo natural el que sacude la biodiversidad y la deja reajustarse después. Ahora es el “animal más evolucionado” (que dicen algunos, sin saber bien lo que dicen)y, por tanto, digo yo, que será el más animal, el que va terminando con los recursos y con la biodiversidad sin permitir su posterior recuperación. La tendencia es suicida y, me temo, que no hay punto de retorno. Pero eso no terminará con el planeta ni con la vida que, por lo visto, seguirá abriéndose camino, probablemente sin nosotros como testigos, durante, al menos, 4000 0 5000 millones años más. Entonces sà desaparecerá el planeta, pero será el dios solar de tantas y tantas culturas, y no nosotros, el que se comerá de un bocado calenturiento el planeta.
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