Si alguien tiene un jardín en el que sus hijos no pueden jugar por
culpa de las avispas, la auténtica pesadilla del verano, aquí va un
método sorprendente para atraparlas que descubrimos por casualidad
después de haber probado todos los sprays y demás pócimas que se
encuentran en el mercado por un elevado precio y con una calidad y
eficacia ínfimas: se trata tan sólo de gel. Una calurosa noche de
agosto, estaba Ana bañándose en una piscinilla y echamos un poco de gel
con extracto de romero. Al  día siguiente, a medio día, habían
caído más de 100. Hoy hemos comprobado de nuevo la eficacia: anoche
colocamos la piscina con agua y sin gel. Hoy a las dos de la tarde no
había caído ninguna. Echamos un poco de gel y a los cinco minutos
habían caído cinco. Media hora más tarde, se habían ahogado 60. Parece
que pierden la capacidad para salir del agua airosamente, como hacen
cuando no hay gel. Además, este gel las atrae.