Más de 14 millones de niños pasan hambre cada año en Estados Unidos (**). Por ello se creó el KID’S CAFE,
un servicio de beneficiencia que ofrece comida gratuitamente a los
pequeños que no tienen nada para comer en casa. Actualmente, sirve a
un millón de niños cada año a lo largo de 22 Estados y esperan poder llegar a muchos más. KID’S CAFE es un
programa de la America’s Second Harvest,
que es el servicio de comida tipo Cáritas más grande de ese país. Los
niños que acuden a esos centros no sólo reciben comida sino que
participan en actividades lúdicas variadas que les hacen la vida más feliz.
(** Nota: Ver los comentarios de abajo antes de creerse esta cifra)
Como especie inteligente, deberÃamos sentirnos escandalizados y avergonzados de saber que una persona,sea de la edad que sea, una sola persona, muere de hambre en el mundo; de algo tan soberanamente estúpido como el hambre. Pero creo que se cuentan por varias decenas de miles los que mueren de hambre cada dÃa. Probablemente los mejores artistas en potencia del mundo han muerto de hambre antes de poder hacer su primera obra, los mejores cientÃficos, los mejores escritores, en fin, los mejores de todo en potencia, los hemos dejado morir de hambre sin haberles dado ni una sola oportunidad.
En los diarios de hoy de todo el mundo no viene ningún artÃculo en el que se hable de ninguna muerte por vergüenza. En los de ayer tampoco.
La pintura mató a Goya, y, seguramente, ayudó a desquiciar a Vincent Van Gogh. El saturnismo, la intoxicación por plomo, es tÃpico de los pintores que tienen la cochina costumbre de comer pinturas y chupar pinceles. A la larga te llevan al cuadrado. ¿Te imaginas a Vincent sin pasar calamidades, siendo feliz…? Sus cuadros serÃan totalmente distintos; pero… ¡menos preciosos? Quizá notendrÃamos “los girasoles”; pero tendrÃamos, por ejemplo: “los huevos con torreznos”, “bodegón con cochinillo asado”…
¡No pretenderás poner a dieta a todos los artistas!
PodrÃamos probar, eso sÃ, poner a dieta a los polÃticos tan espantosos que tenemos. Desde luego, no se sabe el efecto del hambre en los polÃticos. Suelen estar siempre muy bien alimentados; aunque muchÃsimas veces, sus torpes decisiones, han llevado al hambre a millones de personas. Quizá, con el hambre, se les despertara el talento, ¡Quién sabe?