Para Camille Allen
no hay un mejor motivo para la escultura que los bebés, a los que
considera «preciosos y llenos de vida». Se dedica a esculpir miniaturas
de recién nacidos desde hace cinco años, y su abuela,
Clara Allen, fue quien le enseñó esta curiosa forma de arte. En su familia
hay muchos escultores y pintores y ella misma esculpía desde que era una
niña. Camille
vive en la costa oeste de Canadá, en British Columbia. En el web de Camille pueden encontrarse algunos ejemplos de su obra.
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