Hoy ha sido el aniversario de la masacre de San Valentín, una
matanza que tuvo lugar en Chicago, en 1929, entre dos poderosas bandas
de gánsters: la banda italiana liderada por Al Capone (en la foto) y la
irlandesa/alemana liderada por George ‘Bugs’ Moran.
En la mañana del 14 de febrero, seis miembros de la banda de Moran y
un óptico relacionado con ella fueron colocados en fila
contra la parte trasera de un garaje en el barrio de Lincoln Park y
disparados por cinco miembros de la banda de Al Capone, dos de ellos
disfrazados de policías.
Aunque Moran no estaba entre ellos, la masacre supuso el debilitamiento de
su banda y el fortalecimiento de Capone. Pero también le sirvió a éste
último para que toda la atención del gobierno federal se centrara en
sus delitos. Fue condenado y encarcelado en 1931.
El garaje y una representación de la masacre de San Valentín aparece
al principio de la genial película Con faldas y a lo loco (Some like it hot, 1959) de Billy
Wilder, con Marilyn Monroe, Tony Curtis y Jack Lemmon.
El garaje fue demolido en 1967. Ahora en su lugar hay un párking y un centro
para la tercera edad. Y donde estaba el muro, hay una fila de árboles
plantados.
El muro se desmontó ladrillo a ladrillo y se vendió en subasta a
George Patey, un empresario canadiense, que en 1972 abrió un bar con
decoración años 20, llamado Banjo Palace. Por alguna extraña razón,
reconstruyó el muro en los lavabos de hombres. Las mujeres podían
entrar a verlo tres veces a la semana.
Según una leyenda, después de cerrar el bar, Patey
sacó los 417 ladrillos y los empezó a vender como souvenirs, junto con
una historia escrita de la masacre. Todos van marcados con números para poder
volver a reconstruir el muro original. Los vendía a unos 1000 euros cada uno,
pero se los empezaron a devolver todos. Dicen que los que
compraron aquellos ladrillos tuvieron un golpe de mala suerte
repentino, como una enfermedad, la ruina, el divorcio o incluso la
muerte.
Hay quien dice que
en realidad esa historia es una invención, que Patey no llegó a vender ninguno y que
todavía están a la venta.