El simulador de embarazo Empathy Belly
fue diseñado para que los médicos, consejeros y futuros padres
sintieran las molestias físicas del embarazo. La prenda se sujeta al
cuerpo con correas y pesa 16 kilos: cuando te la pones, tu centro de
gravedad se desplaza, y comienzas a tener los dolores que tienen las
embarazadas de ocho meses en la zona lumbar. Dos bolas de plomo de 3,5
kilos cada una simulan las patadas del bebé, mientras que 3 kilos de
perdigones contra la vejiga te hacen tener ganas constantes de orinar.
Al estar llena de agua y sujetada firmemente a la parte superior del
tórax, respirarás con dificultad y sentirás el tradicional “rubor” del
embarazo causado por la presión sanguinea alta. En el web aseguran que
es muy eficaz para que prevenir embarazos en la adolescencia, la
violencia doméstica (o de género, como se le llama ahora), y para
muchas cosas más.
Deberían venderlo, sobre todo, para enseñar a ceder el asiento a las
embarazadas, aunque sólo sea en los sitios destinados a ese fin, o para
que las dejen pasar primero en las colas del supermercado, cosa que,
por lo menos en España, muy rara vez sucede, por no decir nunca.